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¿Alguna vez has oído hablar del Valor en Riesgo? En este artículo podrás descubrir en qué consiste esta metodología, cómo se calcula y cuáles son sus principales ventajas.
Al Valor en Riesgo se le conoce popularmente como VaR, unas siglas que responden a su nombre originario en inglés (Value at Risk). Este concepto se encuentra con mucha frecuencia dentro del mundo financiero de los mercados de capitales y a continuación nos adentraremos a descubrir todos sus entresijos.
Antes de definir este concepto es necesario que tengamos clara una premisa. Y es que, en el actual mundo financiero existen diferentes tipos de riesgos como pueden ser los de crédito, los de mercado, los de liquidez, los operacionales, los legales, etc. En este sentido, el Valor en Riesgo es un método que se utiliza para cuantificar la exposición que existe al riesgo de mercado, y para calcularlo se utilizan técnicas estadísticas tradicionales. Este método fue desarrollado por los matemáticos y estadísticos de JP Morgan a inicios de la década de los 90. Su simplicidad provocó que tuviera un gran éxito, por lo que otras firmas financieras de Wall Street no tardaron mucho tiempo en adoptar este método. En definitiva, el VaR mide la pérdida que se podría producir en unas condiciones normales de mercado dentro de un intervalo de tiempo determinado y con un cierto nivel de probabilidad y/o de confianza. Eso sí, es importante destacar que este método tan solo mide probabilidades, por lo que ofrece una medida resumida del riesgo de mercado.
Cuando hablamos de riesgo financiero nos referimos a la incertidumbre que se establece alrededor de un valor y de la inversión financiera realizada. Podemos decir que el riesgo al que se enfrenta un activo es mayor cuanto más variable sea el posible rendimiento de una inversión. A esta variabilidad también se le conoce por el término de ‘volatilidad’.
A pesar de que la diversificación de una cartera reduce sustancialmente el riesgo financiero, no lo elimina al completo. Existen dos tipos principales de riesgo: el diversificable y el no diversificable.
Antes de saber cuáles son las diferentes formas a través de las cuales se puede calcular el Valor en Riesgo, es necesario destacar que el VaR se define a través de la siguiente fórmula: VaR = [Rentabilidad ponderada esperada de la cartera - (puntaje z del intervalo de confianza x desviación estándar de la cartera)] x valor de la cartera Lo más común es que el VaR se exprese en un marco temporal de años, aunque también es posible expresarlo por semanas o por días si se divide el rendimiento esperado por el intervalo y la desviación estándar por la raíz cuadrada del intervalo. A partir de aquí, existen tres formas principales de calcular el Valor en Riesgo:
Los indicadores de riesgo financiero nos permiten conocer la posibilidad de que nuestros resultados e inversiones no se correspondan con la planificación que hemos realizado de forma previa. Este tipo de análisis resulta además de gran importancia para aquellas compañías que cuentan con un alto nivel de actividad con cotizaciones públicas y herramientas financieras de endeudamiento con terceros.
El Valor en Riesgo presenta numerosas funciones, entre las cuales se encuentran algunas populares como las siguientes:
Entre las principales ventajas que ofrece la metodología VaR se encuentran:
Por su parte, esta metodología presenta también algunas desventajas que conviene tener presentes:
Desde Grupo Caja Rural esperamos que esta información te hay podido aclarar un poco más qué es el concepto de Valor en Riesgo. Recuerda que, si deseas ampliar información sobre el valor liquidativo de un fondo o cualquier otra cuestión, te ofrecemos un servicio de asesoramiento totalmente personalizado.